Un pequeño resumen de un largo artículo publicado por Patricio Bustamante Díaz.: "Hierofanía y pareidolia como propuestas de explicación parcial, a la sacralización de ciertos sitios, por algunas culturas precolombinas de Chile".
………la percepción de una roca como tal y el reconocimiento de esta como una forma semejante a una cara humana, es un acontecimiento perfectamente cotidiano……Rochietti (2003) indica que "Los sitios rupestres constituyen unidades complejas que resultan de la convergencia de dimensiones semióticas (los signos) y no semióticas ( sustentados en la geomorfología de cuevas, aleros y bloques de roca)".
En la arqueología, las formas naturales de las rocas, los accidentes del paisaje y los cerros, constituyen un tercer elemento a considerar.
Descripción de sitios
En trabajos de campos durante 20 años en sitios pertenecientes a diversas culturas, hemos encontrado una serie de objetos naturales, difíciles de clasificar, pues no son del tipo que tradicionalmente se considera arqueológico, pero que están en o se asocian a sitios arqueológicos y que normalmente son pasados por alto, por lo tanto, no quedan registrados en los informes de campo.
1)Cuz Cuz, Calavera de Quebrada Cavanilla (cultura Molle 130 a.C. — 700 d. C.)
…………..existe una roca natural (aislada) que en su lado oriente presenta una forma semejante a una calavera humana. Esta roca es asociada actualmente al atardecer de los equinoccios
2) Cuz Cuz, fertilidad de la madre tierra (cultura Molle 130 a.C. — 700 d.C.)
Siempre en el sitio Cuz Cuz, a orillas del río Illapel, en la rivera norte se encuentra un grupo monumental compuesto por una saliente de roca madre (granitica) de color gris, que presenta dos protuberancias de aproximadamente 2 metros de altura. Estas fueron talladas naturalmente por el flujo del agua del río. En el centro y superpuesta hay una gran roca de color blanco dorado inexistente en esta parte del río pero si muy abundante en las laderas y en la cumbre del cerro donde sale el sol en el solsticio de verano, observado desde la escala en un cerro con doble cumbre (o cumbre escindida) .Este conjunto parece representar dos piernas y la cabeza de un bebé al momento del parto, si es observado desde el nor poniente hacia el sur oriente. Pero si es observado desde el sur oriente hacia el nor poniente, la roca presenta una grieta, que la hace semejante a la punta de un falo penetrando entre las piernas (de la madre tierra). En este conjunto se encuentra también el petroglifo de la rana, asociado a la fertilidad.
3) El Coligüe (Cultura Diaguita 1000 d.C.—1536 )
En el sitio El Coligüe. Fue encontrada una relación de dos petroglifos contiguos, con el último rayo de sol del solsticio de verano). El primero representa la forma de los cerros y la puesta de sol en el solsticio de verano, detrás de una gran roca sobresaliente en la cumbre. El segundo representa una forma humana, probablemente masculina y bajo ella una forma circular que en su parte superior termina en algo semejante a una flecha, ambos señalando aproximadamente en la dirección al ultimo rayo de sol del 21 de diciembre.
En la cumbre, la roca sobresaliente recibe el último rayo de sol al ponerse en el mar. Esta roca exhibe el único petroglifo existente en este cerro con abundantes rocas. La roca en que está grabado, al ser iluminada desde el sur poniente en esa fecha, presenta un aspecto semejante a un rostro humano que mira al cielo. El petroglifo está grabado en la parte correspondiente a barbilla, quizás representando una palabra que sale de la boca.
4) Cerro Chahuareche (culturas Molle 130 a.C. — 700 d. C. y Diaguita 1000 - 1536)
Desde los petroglifos descritos arriba, se aprecia con claridad a 54 km. de distancia en línea recta, el cerro Chahuareche. Este cerro en fechas cercanas al solsticio de invierno, después de una nevazón, exhibe sobre su superficie caracteres accidentales, que vistos desde la distancias son semejantes a algunos de los dibujos representados en los petroglifos y un geoglifo asociados a este cerro. Pero además en la parte inferior el cerro presenta una forma semejante a una cara humana
5) Desde Tulor durante el solsticio de invierna, es posible apreciar hacia el nororiente el cerro colorado que exhibe un aspecto semejante a un rostro humano"Creo que las artes que aspiran a imitar las creaciones de la naturaleza se originaron del siguiente modo: en un tronco de árbol, un terrón de tierra, o en cualquiera otra cosa, se descubrieron un día accidentalmente ciertos contornos que sólo requerían muy poco cambio para parecerse notablemente a algún objeto natural. Fijándose en eso, los hombres examinaron si no sería posible, por adición o sustracción, completar lo que todavía faltaba para un parecido perfecto. Así, ajustando y quitando contornos y planos según el modo requerido por el propio objeto, los hombres lograron lo que se proponían, y no sin placer. A partir de aquel día, la capacidad del hombre para crear imágenes fue creciendo hasta que supo formar cualquier parecido, incluso cuando no había en el material ningún contorno vago que le ayudara" (Alberti, De Statua; citado por Gombrich 1959)
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