Ya se han encontrado varias pedras fermosas; o construcciones subterráneas donde las hubo. Pero no ha aparecido ninguna tan bella como la primera descubierta, la que hoy se conserva en al Museo de la Cultura Castrexa de S. Esteban de Briteiros.
En los comienzos del siglo XVIII un escritor y corregidor de Guimaraes, D.Francisco Xavier da Serra Craesbeck, escribe sobre ella. La llama “Pedra Fermosa” y dice que fue encontrada en la citania de Briteiros en una cueva del terreno sin determinar. Que se necesitaron siete yuntas de bueyes para conducirla a la quinta o casa de un chantre de Braga y párroco de S. Esteban, D.Ignacio de Carbalho. Que su tamaño es de 2´90 metros de largo, 2´30 de alto y 0´24 de espesor.
En la casa del párroco D. Ignacio estuvo la pedra fermosa un tiempo; y finalmente es trasladada al atrio de la iglesia. En 1874, allí la encuentra el arquitecto y arqueólogo Joaquim Possidonio; estaba al aire libre, debajo de un olivo; en posición horizontal y apoyada en cuatro soportes. Poco después Martins Sarmento la lleva para Guimaraes, donde está empeñado en crear un museo de arqueología.
Durante muchos años se discutió sin acuerdo sobre la pedra fermosa. Unos pensaban que era la pieza frontal de un monumento fúnebre, otros que era ara de sacrificios, piedra de libaciones, estela funeraria. Los más pensaban que su posición original era la horizontal, y nadie era capaz de explicar su irregularidad, su orificio semicircular, sus pequeñas cavidades. Martins Sarmento y Leite de Vasconcelos pensaban que era algún tipo de mesa sagrada.
El pensarla horizontal se vino abajo en 1930 cuando a cien metros de la citania apareció una construcción subterránea con tres cuerpos., Una segunda pedra fermosa estaba caída delante del segundo de ellos , allí puesta vertical encajaba perfectamente. La duda estaba en la pequeñez de su orificio de entrada; y pensaron los arqueólogos que se trataba de un horno o un lugar de cremación. Otros, aunque no había cerca manantiales salutíferos, pensaron que era un santuario consagrado a las divinidades de las aguas. Durante mucho tiempo se discutió sobre el uso de las construcciones que contienen pedra fermosa; pero ya no sobre su posición.
Hoy Briteiros y en Sanfins la señalización de la citania las denomina “balnearios castrexos”. De los tres cuerpos que tiene la construcción , solo el primero es de fácil y cómodo acceso. A la antecámara se pasa a través de un orificio del tamaño justo del tronco de un hombre. Nos ponemos en la posición de cuclillas o sentados en el suelo, arrastrándonos y tumbados deberemos lentamente introducirnos por el agujero con los pies por delante. Las dos pequeñas cavidades , que hay encima justo del orificio son para agarrarse con los dedos de las manos y coger impulso.
En los comienzos del siglo XVIII un escritor y corregidor de Guimaraes, D.Francisco Xavier da Serra Craesbeck, escribe sobre ella. La llama “Pedra Fermosa” y dice que fue encontrada en la citania de Briteiros en una cueva del terreno sin determinar. Que se necesitaron siete yuntas de bueyes para conducirla a la quinta o casa de un chantre de Braga y párroco de S. Esteban, D.Ignacio de Carbalho. Que su tamaño es de 2´90 metros de largo, 2´30 de alto y 0´24 de espesor.
En la casa del párroco D. Ignacio estuvo la pedra fermosa un tiempo; y finalmente es trasladada al atrio de la iglesia. En 1874, allí la encuentra el arquitecto y arqueólogo Joaquim Possidonio; estaba al aire libre, debajo de un olivo; en posición horizontal y apoyada en cuatro soportes. Poco después Martins Sarmento la lleva para Guimaraes, donde está empeñado en crear un museo de arqueología.
Durante muchos años se discutió sin acuerdo sobre la pedra fermosa. Unos pensaban que era la pieza frontal de un monumento fúnebre, otros que era ara de sacrificios, piedra de libaciones, estela funeraria. Los más pensaban que su posición original era la horizontal, y nadie era capaz de explicar su irregularidad, su orificio semicircular, sus pequeñas cavidades. Martins Sarmento y Leite de Vasconcelos pensaban que era algún tipo de mesa sagrada.
El pensarla horizontal se vino abajo en 1930 cuando a cien metros de la citania apareció una construcción subterránea con tres cuerpos., Una segunda pedra fermosa estaba caída delante del segundo de ellos , allí puesta vertical encajaba perfectamente. La duda estaba en la pequeñez de su orificio de entrada; y pensaron los arqueólogos que se trataba de un horno o un lugar de cremación. Otros, aunque no había cerca manantiales salutíferos, pensaron que era un santuario consagrado a las divinidades de las aguas. Durante mucho tiempo se discutió sobre el uso de las construcciones que contienen pedra fermosa; pero ya no sobre su posición.
Hoy Briteiros y en Sanfins la señalización de la citania las denomina “balnearios castrexos”. De los tres cuerpos que tiene la construcción , solo el primero es de fácil y cómodo acceso. A la antecámara se pasa a través de un orificio del tamaño justo del tronco de un hombre. Nos ponemos en la posición de cuclillas o sentados en el suelo, arrastrándonos y tumbados deberemos lentamente introducirnos por el agujero con los pies por delante. Las dos pequeñas cavidades , que hay encima justo del orificio son para agarrarse con los dedos de las manos y coger impulso.
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